CAPTIVE IN THE DARK
Caleb es un hombre con un singular interés por la venganza.
Secuestrado cuando era niño y vendido como esclavo por un mafioso hambriento de poder, no ha pensado en nada excepto la venganza. Durante doce años se ha sumergido en el mundo de los esclavos de placer buscando al hombre que él considera responsable en última instancia.
Finalmente, el arquitecto de su sufrimiento ha surgido con una nueva identidad, pero no con una nueva naturaleza. Si Caleb consigue acercarse lo suficientemente para atacar, debe convertirse en la misma cosa que aborrece y secuestrar a una hermosa chica para entrenarla para ser todo lo que él fue una vez. Olivia Ruiz de dieciocho años acaba de despertar en un lugar extraño. Atada con los ojos vendados y solo una tranquila voz masculina para darle la bienvenida. Su nombre es Caleb, aunque él exige ser llamado Maestro.
Olivia es joven, hermosa, ingenua y testaruda a más no poder. Tiene una oscura sensualidad que no puede ser escondida o negada, aunque ella intenta conseguir ambas cosas. A pesar de que tiene miedo del fuerte, sádico y arrogante hombre que la tiene prisionera, lo que mantiene a Olivia despierta en la oscuridad es su indeseada atracción por él.
SEDUCED IN THE DARK
¿Cuál es el precio de la redención?
Rescatado de la esclavitud sexual por un misterioso oficial pakistaní, Caleb carga con el peso de una deuda que debe ser pagada con sangre. El camino ha sido largo y lleno de incertidumbre, pero para Caleb y Livvie, todo está llegando a su fin.
¿Puede él renunciar a la mujer que ama por el bien de la venganza? ¿O hará él el sacrificio final? A Caleb le parecía que, la naturaleza de los seres humanos giraban en torno a una verdad empírica: Queremos lo que no podemos tener.
Para Eva, era el fruto de árbol prohibido. Para Caleb, era Livvie.
EPILOGUE
Estoy escribiendo esto porque suplicasteis. Ya sabéis cuanto amo las súplicas. De hecho, probablemente sabéis demasiadas cosas y las sabéis demasiado bien.
¿Quién soy yo? Bueno, eso es lo que estoy intentando averiguar.
Fui un prostituto en mi juventud, un asesino desde adolescente y un monstruo como hombre. Soy el hombre que secuestró a Livvie. Soy el hombre que la mantuvo en una habitación oscura durante semanas. Pero, por encima de todo, yo soy el hombre que ella ama. Ella me ama. Es bastante enfermizo, ¿verdad?
Por supuesto, hay más de nuestra historia de lo que se puede presumir en unas pocas frases, pero no sé qué decir para justificar mi comportamiento de entonces. Asumo que si estáis leyendo esto, no necesito dar esas explicaciones. Vosotras ya habéis hecho las vuestras propias. Estáis leyendo esto porque queréis saber acerca del resto de la historia.
Queréis saber qué pasó esa calurosa noche de verano de septiembre de 2010, la noche que me encontré con Livvie en El Paseo. Fue la noche en que mi vida cambió del todo otra vez. No ocurrió exactamente como contó Livvie. Ella ha sido muy amable conmigo en el relato de nuestra historia. La verdad es bastante más… complicada.
OPINIÓN
Estoy a punto de comenzar la reseña
más difícil que he hecho hasta ahora y quien haya leído la trilogía
posiblemente me entenderá y quien no, está a punto de hacerlo.
El
primer libro comienza con un capitulo narrado por Caleb (protagonista), donde
está observando a Livvie, terminando de decidir si será la elegida para su
propósito. Este, consiste en encontrar a una chica estadounidense y virgen para
adiestrarla como esclava sexual y venderla como tal en una subasta donde se supone
la comprará el principal enemigo de Caleb y también de Rafiq (luego os hablare
de él), Vladek. Matar a este, es el principal y único objetivo de Caleb y
Rafiq.
En
este primer capítulo curiosamente, Caleb, que está apunto de secuestrarla,
salva a Livvie de una situación incómoda. Unos chicos la abordan y ella va
directa a los brazos de Caleb pidiendo que finja conocerla para deshacerse de
los tipos que la acosan. En este momento Livvie se prenda de Caleb y este
decide que definitivamente ella será la elegida.
A
partir de aquí empieza lo duro, chicas. Livvie es secuestrada y llevada a un
pequeño cuarto donde pasara tres semanas prácticamente a oscuras con Caleb, que
no duda en maltratarla para conseguir la obediencia de Livvie que deja de ser llamada
así para ser apodada Mascota o Gatita,
sobre todo este último. Caleb, por su parte pasa a ser su Amo.
Situaciones
tremendamente humillantes para Gatita se suceden. De verdad, no estoy
exagerando, los castigos a los que Caleb somete a Livvie y la forma en la que
la trata es de lo peor que he leído.
Curiosamente,
entre toda esta situación de violencia y humillación los sentimientos de Gatita hacia su amo van surgiendo. Sí, ya, es difícil de entender y eso que no
habéis leído como la azota o la ata hasta perder la conciencia, pero sucede.
Por su parte Caleb,
siempre albergó sentimientos hacia Gatita
y estos no hacen más que aumentar en su tiempo de cautiverio pues,
reconozcámoslo, es bastante sádico, y ver llorar a Livvie y golpearla le pone
muchísimo. Esto hace que su actitud nade entre el amor y el odio, al igual que
los de Livvie. Nosotras siempre nos mantenemos en la posición de no entender a Livvie
y odiar todo lo que este le hace, aunque a veces nos intentemos poner en su
lugar.
Al final del libro, y
aludiendo a una frase muy de madre, Livvie, sale de Guatemala para meterse en
Guatepeor. Esta situación convierte a Caleb en una especie de antihéroe y nos
ayuda a comprender más los sentimientos de Livvie.
Si ya estáis
escandalizadas, no sabéis lo que os espera, porque el segundo libro es mucho
más “heavy” y a pesar de eso me gustó
más aún que el primero. Mira que somos masoquistas…
Es un libro atemporal,
donde el presente se mezcla con el pasado. En la actualidad Livvie se
encuentra, en una situación bastante mala: internada en un psiquiátrico (que
tampoco es de extrañar…) y será desde allí donde le cuente su historia a Reed,
un agente del FBI.
Decir que, Reed, me ha
parecido un personaje tan atractivo como perturbador. Claro, que esta es la
línea de los personajes de esta trilogía. Me ha gustado saber sobre él y
también me ha gustado el rollito que tiene con la psicóloga de Livvie, Sloan
(otra que tal baila).
En el presente, Livvie, da
retazos de lo sucedido en el pasado entre ella y Caleb, cosas que hacen el libro tremendamente
interesante.
El primer libro te
enganchará pero por lo psicológico que es, más que por la trama. En el segundo libro
pasa lo contrario, la trama es lo más atrayente, hasta límites insospechados.
En el relato del pasado
Caleb y Livvie viven durante un tiempo en casa de Felipe, un personaje que os
va a sorprender muchísimo pues comienza teniendo actitudes que nos repugnan
para acabar siendo el héroe de esta extraña “historia de amor”. Tanto él, como
su esclava Celia, nos darán mucho que pensar. Nos harán ver como la situación
que viven Caleb y Livvie no es tan descabellada dentro de este mundo de
esclavas y amos. Felipe y Celia ejemplifica el tipo de relación que pueden
llegar a tener un amo y su esclava.
Con respecto a esta trama
explicar quién es el ya mencionado Rafiq. Es ni más ni menos, lo más cercano
que tiene Caleb a una familia. Es de hecho, lo único que tiene.
Rafiq le ha salvado la
vida y por ello lo más importante es su lealtad hacia él. Por esto mismo se
cree a pies juntillas lo que este le cuenta acerca de Vladek. Todo esto tendrá
un desenlace que os hará abrir la boca hasta el suelo.
En este segundo libro, los
sentimientos entre secuestrada y captor son cada vez más fuertes al igual que
las situaciones de violencia y humillación para Livvie. Será por esto que llegamos
a entender el amor de Livvie hacia Caleb. Verdaderamente, Caleb es el menor de
los problemas de Livvie y el único que al menos la trata como a una persona en
determinados momentos.
Lo más destacado, de este
segundo libro, será el final. Es lo más abrupto que he leído nunca, pero por
suerte tenemos un tercer libro, que posiblemente sea el mejor. Además el tercer
volumen es más que necesario.
Un libro necesario, no
solo por lo abrupto del final de primero si no porque si es difícil entender su
enamoramiento, lo es aún más, la capacidad de formar una vida juntos. A ellos,
no les basta con el “perdono pero no olvido”. Necesitan ambas cosas.
Además este libro, también
sirve para dejarnos con un mejor sabor de boca y sobretodo, para sacarnos unas
risas. Es difícil de creer, pero el último libro ¡es divertido! Descubrimos a
un Caleb irónico, divertido, romántico, sensual… Vale, paro, que después de lo
que habéis leído pensareis que estoy loca definiendo así a un secuestrador. A
mi favor debo decir que cuando lo leáis todas pensareis lo mismo, pues, nos crea
un conflicto entre lo que está bien y lo que está mal, hasta llegar al punto de
relativizar ambos conceptos.
En este último libro de la
trilogía, se nos muestra la perspectiva del protagonista Caleb: es él quien nos
narra la historia. Hasta este momento habíamos visto la situación únicamente
desde la perspectiva de Livvie y, sólo en contadas ocasiones, de Caleb. Pero
ahora todo es distinto.
Tratan de explicarse
a sí mismos su vida, todo aquello por lo que han pasado y cómo esa
vida les ha llevado a enamorarse. Podría decirse que es una reinvención: ambos
quieren empezar de nuevo, esta vez juntos. Sin embargo esto no será tarea
fácil teniendo en cuenta el pasado que cargan en sus espaldas.
Ya en el segundo libro,
Livvie, inicia el relato de su historia, de la cual me gustaría dejar aquí el
comienzo:
Hay algunos momentos muy
tensos: él se atreve a decirle que la quiere; ella, en cambio, es más
precavida:
Ella ha tenido que
cambiar. Ha aprendido a vivir sola desde que la abandonó en la frontera y será
precisamente el miedo al abandono, una de las barreras que tendrán que derribar
juntos, y que, poco a poco, irá desapareciendo, junto con la desconfianza.
Caleb está intentando
cambiar, pero no es fácil, para él; le confiesa que echa de menos el control, y
que se excitaba al verla llorar cuando la tenía cautiva:
Ella confiesa que después
de él no ha podido mantener relaciones, porque se acostumbró a lo que le hacía
Caleb y, es más: le gustaba.
Este será el punto de
inflexión más importante en la trilogía. Al menos, he de decir que es lo que a
mí más me llegó a impactar: cómo una muchacha a la que han secuestrado puede
albergar sentimientos de cariño y amor hacia su secuestrador.
Es una de las cosas más
difíciles de asumir, ya que, aunque hay momentos en los que vemos a Caleb como
el Salvador, como la persona que la protegerá ante todo (nos introduce en un
mundo de violencia, en el que casi es de agradecer que él sea el amo de la
chica y no le haya tocado a ella peor suerte), él no es la bondad en persona.
A causa de todo lo que le
hace (ella sabe que no son cosas normales a pesar de su inexperiencia) no podrá
tener relaciones después de él, echará de menos que la azoten, que le
ordenen...
Él, sigue llamándola: Mascota,
Gatita, Livvie (por el programa de protección de testigos se llamará Sophia);
ella, por su parte, lo llamará: Caleb, James, Sexy, Mejor novio del mundo y
finalmente Cariño. A mí me ha resultado extraño que a Livvie le guste que la
sigua llamando con algunos apelativos, sobre todo el de Mascota.
A pesar del tiempo en el
que vivimos, de habernos leído dos libros anteriores de la trilogía y haber
sufrido con todo aquello que Caleb hacía a Livvie y que otros hombres
hacían a Caleb, estos libros nos hacen ponernos en su situación. Llegando a
sentir compasión por ambos, a entender su amor y a alegrarnos por su feliz
final.
Un final feliz en que
quieren un lugar al que llamar suyo y una relación de pareja normal, pues ella,
antes de Caleb, no había estado con ningún otro hombre y él, antes de ella,
solo había estado enamorado de Rafiq al cual tenía por su protector, de
ahí que cada cosa normal de pareja sea vivida con tanta intensidad.
En cuanto a mi opinión de
los dos libros, deciros que es una lectura que merece la pena a pesar de lo
duras que son algunas escenas. La calidad literarias es muy, muy buena y la
trama tan adictiva como original.
Vale que la historia es
complicado, pero el autor consigue que te identifiques tanto con Caleb como con
Livvie y que de verdad entiendas a ambos y sus sentimientos. Es extrañamente
interesante la forma en la que la autora consigue que veamos a Caleb como un
hombre atractivo.
A pesar de todo, no es un
libro romántico, yo no lo clasificaría así. Es una historia de violencia y
redención, con alta carga erótica que en ocasiones no resultará tal, porque no
siempre será sexo consentido. Pero eso sí, cuando lo sea, las escenas se tornarán
enormemente calientes y sensuales.
Y termino así con una
última frase de Caleb:
Sabiendo que este puede no
ser el punto final para esta historia.
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