»Me gusta el sexo. Y mucho. »También me gusta pensar que sólo hay tres
formas de obtenerlo: la más común, quizá, sea tener un novio o marido
que te satisfaga; la otra, obviamente, pagar por ello y, por último,
ocuparse una misma del asunto. »Trabajo como relaciones públicas en una
importante empresa de perfumería, y esto me da la independencia
necesaria para hacer y deshacer a mi antojo y tener absoluta libertad
para elegir a mis amantes. Quiero pasión, y no hay nada más eficaz para
adormecerla que una relación estable. »Sin embargo, con Ian me pasó algo
muy curioso: no conseguí olvidarlo, por lo que cuando nos
reencontramos, las chispas entre ambos saltaron con más fuerza que
nunca. Estoy convencida de que nuestro juego no ha hecho más que
comenzar…»
Opinión
En
este libro encontramos a personajes ya conocidos: Dora e Ian. Ambos aparecen en
No me mires así o A ciegas.
Diría que narra la
historia de amor de estos dos personajes, pero lo cierto es que en ningún
momento me lo ha pareció. No llegué a entender cómo se enamoran y mucho menos
entendí el final… El libro ha sido un galimatías para mí :D
La narración comienza contando
la forma en la que, Dora, vive el sexo. Una forma más propia del hombre que de
la mujer, y esto es justo lo que Dora reclama, que la sexualidad femenina sea
vista igual que la masculina y que las mujeres no sean mal vistas por tener
varios amantes.
Esto está muy bien, acabar
con los estereotipos y todo eso, pero es que curiosamente, Dora, me ha parecido
un estereotipo andante.
Total, que la protagonista
es alérgica al amor y no cree en él, claro, que es difícil hacerlo teniendo en
cuenta que nuca se da la oportunidad de conocer a alguien y cuando empieza a
tener sentimientos por un chico, lo deja. Es justo lo que pasa con Ian, con
quien tuvo un romance que ambos dejaron cuando aquello iba más allá del sexo.
Ian, por su parte es un
hombre con dinero, guapo, atrayente, sexy, un dios del sexo…vamos, nada a lo
que ya estemos acostumbras (ironía modo on, por si hay alguna despistada.) El problema, no
es que sea más de lo mismo, es que no tiene nada de especial que lo distinga de
otros personajes masculinos de su estilo.
Ambos, tras un tiempo sin
verse, coinciden en un balneario (que casualidad ¿verdad?) y retoman su
relación donde la habían dejado. En tan solo tres días, Ian asume los
sentimientos que tiene hacia Dora. Los mismos que ya tenía pero que no
consiguió asumir en un mayor periodo de tiempo, mientras eran amantes…
Dora por su parte, se
encuentra más reticente a asumir sus sentimientos, pero ¡oh, milagro caído del cielo! a ella solo le hace
falta un trio con la amiga lesbiana de ambos para terminar unidos. Vamos, la
reconciliación con la que toda mujer busca, sexo con su chico mientras otra tía
te come el…ejem…dejémoslo ahí.
Bueno, ya dije que no me ha
parecido romántico, pero además tampoco me ha parecido erótico. No sé, no le
encontré el sexapil a Ian y tampoco le he encontrado el gusto a las
descripciones de Noe Casado. Una pena pues por otra parte, su calidad literaria
es bastante potable.
Así que chicas, resumiendo,
con la cantidad de libros que hay de este género y la cantidad de autoras
españolas buenas como Megan Maxwell y Noelia Amarillo (Sí, las nombramos mucho
pero es que son nuestra debilidad) yo no perdería el tiempo con este libro. Aun
así no quiero desanimaros, lo cierto es que me he vuelto muy exigente a fuerza
de leer mucho, y todavía estoy decidiendo si eso es bueno o malo jajaja.