Björn (personaje de la trilogía pídeme lo que quieras) es un atractivo abogado a quien la vida siempre le ha
sonreído. Es un hombre ardiente, alérgico al compromiso, pero al que le encanta
disfrutar de la compañía femenina en sus juegos sexuales. Melania es una mujer
de acción. Como piloto del ejército americano está acostumbrada a llevar una
vida allímite, sin embargo, s u principal misión es la de luchar como madre
soltera por sacar adelante a su hija. Cuando el destino los pone cara a cara,
la tensión entre ellos se hace evidente…Pero lo que en un principio fue un
encuentro hostil, poco a poco irá convirtiéndose en una atracción irrefrenable.
¿Conseguirán estos dos titanes llegar a entenderse?
Opinión
Como
ya sabréis, Sorpréndeme es la
esperada secuela de la exitosa saga Pídeme
lo que quieras, que para empezar diré que a mí no me gustó demasiado, pero
decidí leerme esta obra porque sin duda Björn, protagonista del libro, lo
mereceré. Y todas aquellas que hayan leído Pídeme
lo que quieras, muy posiblemente, estén de acuerdo conmigo pues, Björn, nos hizo suspirar desde su primera aparición.
La
protagonista femenina, por su parte, es Mel, una militar estadounidense a quien
también conocimos en Pídeme lo que
quieres por su ayuda a Jud cuando esta se pone de parto en un ascensor.
Desde este momento queda más que claro, que Mel es una mujer de armas tomar.
Mel
y Björn no sienten amor a primera vista, ni si quiera se caen bien, por decirlo
suavemente. Mel, es totalmente opuesta al tipo de mujer con el que Björn sale y
ella directamente no quiere salir con nadie. Pero pronto descubren que la
tensión sexual entre ellos es tremenda y tras unos cuantos tiras y aflojas
acaban teniendo un tórrido encuentro en el Sentation, un club de sexo.
A partir de aquí los
encuentros se suceden y su relación se parece cada vez más a un noviazgo, un
noviazgo nada fácil pues Mel es madre de una niña, Sami. Como ya es clásico en
los libros de Megan Maxwell, la niña es de lo más divertido del libro. Pero
esta no será la única complicación que haya entre ambos, los protagonistas no
saben muy bien cómo enfrentarse a sus sentimientos y además, Mel, está
ocultando su profesión a Björn ya que este no es muy fan de los militares y
menos aún de los estadounidenses.
Con respecto a este tema,
decir, que sobre todo a final del libro
os entraran ganas de matar a Björn, pero tranquilas, lo arreglará con un final
muy romántico y emotivo.
Bien, como ya he dicho, Pídeme lo que quieres no me gustó mucho
pero la relación entre Mel y Björn prometía tanto que me anime a leerlo y la
verdad, es que acerté. Me ha gustado mucho y creo es una buena opción tanto
para las que les gusto Pídeme lo que
quieras como para las que no a las que no, pues se
verán sorprendidas gratamente.
Al principio me costó
engancharme a la historia porque la autora profundiza demasiado en el estilo de
vida que ambos tienen por separado, y más cuando este aspecto, en el caso del
protagonista masculino ya lo conocemos. Pero también es cierto que una vez se
inicia su romance ya no podrás parar de leer, no solo por lo erótico de sus
encuentros y lo complicada que es Mel, sino también porque Björn nos da a
conocer una su faceta romántica que hará que te
derritas.
En resumen, aunque la
pluma de Megan Maxwell nunca termina de convencerme, su falta de calidad
literaria es altamente compensada con grandes dotes de ingenio y humor.
Leer un libro de esta
autora es una apuesta segura si buscar entretenimiento con grandes dotes de
romanticismo, y en este caso, de erotismo pero es
un erotismo para mentes abierta, aunque esto ya lo descubrimos en la saga a la
que precede.
Risas, amor, sexo
caliente… ¿qué más se puede pedir? Pues profundidad en los problemas que se dan
en la pareja. La aversión de Björn a los militares estadounidense está un poco
cogida con pinzas y la obsesión de Mel por Make, su ex y padre de su hija, se
hace más y más difícil de entender cuanto más conoces los entresijos de su
relación.
Aun así no creo que esta
obra decepcione a las amantes de este género y a las muchas fans de Megan Maxwell.
Así que ¡A por él, chicas! no os arrepentiréis.