Wella Kerr, después de sufrir una explosión estando de
servicio y jugarse la vida en ella, conoce al doctor Matt Nortland. Desde el
principio existe química entre Matt y Wella, pero Matt tiene que luchar con
Wella a que le haga caso en su tratamiento. Todo el inicio de esta tórrida pasión está marcado por la vivencia del
pasado de Wella que poco a poco ha ido superando gracias a Luke, su compañero
de servicio, y su eterna amiga, la inigualable Dora.
Opinión.
En
esta obra nos encontramos con la historia de amor de Matt y Wella. Una historia
que, a diferencia de las dos secuelas que siguen a este libro, tendrá algo más
de base y no surgirá como por arte de magia.
Wella,
es una chica con un pasado trágico que ha tenido que conseguir todo lo que
tiene por sí misma. Y hay que decir, que lo que tiene no es mucho: un trabajo
peligroso (es policía) y un pequeño apartamento. Al menos cuenta con el apoyo
incondicional de Dora, su mejor amiga; y Luke, su compañero de trabajo y
también amigo por el cual sintió algo. Pero Luke, está más interesado en Dora,
algo, que por otra parte, no es nuevo para
Wella, todos los tíos prefieren a su amiga.
La
vida de Matt, es totalmente diferente a la de Wella. Creció en una familia
cariñosa y con dinero. Ahora es un exitoso médico que no ha tenido mucha suerte
con las mujeres. Pero esto está a punto de cambiar, pues cuando Wella es herida
en una pierna Matt se encarga de operarla y la chispa surge inmediatamente.
Los
personajes, al igual que en las secuelas que le siguen a esta obra, me parecen
más de lo mismo. Matt, es el típico príncipe azul, todo un caballero, que eso
sí, deja de serlo en la intimidad. ¿Quién dijo que los caballeros eran
aburridos en la cama? Al menos, Matt, no lo es, aunque tampoco es original,
todo sea dicho. El caso, es que este personaje no está del todo mal si te
gustan ese tipo de hombres y también es cierto que la forma en la que trata a
Wella a pesar de los desprecios que esta le hace en algunos momentos, le hacen
ganar puntos.
De
Wella, poco hay que decir, que le tomaras cariño por lo mal que lo ha pasado en
su vida pero identificarse con ella es difícil la mayor parte del tiempo.
La
atracción entre ellos es innegable, ya incluso antes de salir del hospital
tendrán algún encuentro, eso sí, interrumpidos por unos y otros motivos. La
autora logra engancharnos en los primeros capítulos con esta serie de coitus interruptus.
La relación que comienzan
no es fácil, Wella tiene una serie de inseguridades que Matt no sabe cómo
paliar. Son inseguridad a nivel sentimental pero también sexual que poco a
poco, y con mucha paciencia por parte del protagonista (infinita diría yo)
logran rebasar.
El
problema surgirá cuando Wella conozca a los padres de Matt, más concretamente a
la madre, que no cree que ella sea la chica indicada para su hijo y logra que
Wella salga corriendo de la casa familiar de Matt (el mito de la suegra
malvada… otro clásico junto al del ataque de celos). En este sentido, debo
apuntar, que la forma de resolver el conflicto por parte de Noe Casado, se
queda cojo (por decirlo suavemente). Me quede un poco en plan: “¿Ya está?” Si
ha vosotras os ha pasado lo mismo o pensáis algo completamente distinto me alegraría
leer vuestros comentarios.
Poco
más hay que contar de este libro, la verdad, solo hacer mención a la relación
que se sucede entre Dora y el hermano de Matt, Ian, que tendrá su secuela
correspondiente en Dime cuándo, cómo y
dónde. Es curioso, que mientras que en este libro, Ian resulta un personaje
bastante interesante, en el suyo propio pierde magnetismo.
Por su parte, Luke, tendrá
su secuela en A ciegas, donde se nos
narra su historia con Bianca quien también está relacionada con Wella.
En cuanto al libro en
general, no me ha resultado muy romántico ni tampoco muy erótico a pesar de la cantidad
de escenas de sexo que llenan el libro. Es algo que me pasa con esta autora, no
terminan de resultarme excitantes sus escenas eróticas y tampoco lo compensa
con un romanticismo que te emocione. Aun así, si tuviera que elegir un libro de
todo lo que he leído de Noe Casado sería este, pero en resumidas cuentas, lo
que no encontramos en No me mires así,
es una obra más que no quedará para el recuerdo.