Nicolás Hagen es un ingeniero atractivo y exitoso. Su relación con las mujeres se resume a pasar una sola noche con ellas. Para él todas son iguales: interesadas, insensibles y manipuladoras.
Lavinia Dickinson es una modista que lucha por salir adelante en un entorno
difícil. Su belleza es envidiable, pero su pasado ha hecho que entregarse a un
hombre sea para ella algo impensable. Su presente está regido por el trabajo
duro y la resignación.
Desde que la ve por primera vez, Nick se empeña en seducirla y pasar con ella
la única noche que reserva a cada una de sus conquistas. Pero la autenticidad y
la inocencia de Lavinia harán que esa noche no sea como las otras.
OPINION
Era
un día normal en la vida de Lavinia, bueno, a decir verdad no era un día
normal, su sueño de tener un negocio se había acabado. En realidad que le pasara
alguna desgracia a Lavinia, hacía de ese día, uno como otro cualquiera, en su
vida llena de dramatismo.
Era
un día normal en la vida de Nick, bueno, a decir verdad no era un día normal,
acababa de tener un golpe de suerte al solucionar un problema gracias a su encanto
y atractivo. En realidad que tuviera un golpe de suerte tras otro, hacía de su
día uno como otro cualquiera en su vida llena de fortuna en casi todos los
aspectos.
La
vida de ambos iba a cambiar gracias al destino, o el karma o como queráis
llamarlo. Nick y Lavinia iban a conocerse y ya nada sería igual desde ese momento.
A
partir de aquí comienza una historia que básicamente es una telenovela llevada
a la literatura. Ya sabéis, chica pobre se enamorada del tipo rico y oscuro que
no puede entregarle su corazón. Tardan una eternidad en llegar a estar juntos y
cuando lo están, permanecen como pareja un total de cuatro páginas, y de ahí en
adelante todo es un quiero pero no puedo, con la típica zor** metiendo baza y
los impedimentos puestos por la familia de ella que intentan convencerla de que
un hombre rico como él no se fijase en la chica pobre.
Lo más característico de este libro es por una parte la
traducción en argentino que acentúa aún más el royo tele-novelesco y por otra
parte, los continuos golpes de mala suerte que marcan la relación entre ambos
en plan “oh tengo el número de Nick apuntado en una tarjeta que llevo en el
bolso pero van y me roban. Bien lo mirare en un cartel que tiene el número de
su empresa, oh no! Que lo han quitado de un momento a otro…”
En
fin, resumiendo es una historia eminentemente romántica marcada por el pasado
enormemente dramático de ambos pero que a veces parece insuficiente para
argumentar tanto problema amoroso. Además las escenas eróticas son escasas y
normalitas, es decir, si no fuera por el lenguaje explicito no sería
clasificado como erótico.
Dicho
esto, no sería un libro que recomendaría pero tampoco es que sea especialmente
malo, es que me quede indiferente como si hubiesen sido 400 páginas de hechos
que te llevan al tipo de final que ya esperabas. Y en cuanto a los personajes,
son más de lo mismo: chica tan buena que parece tonta y tío tan Christian Grey
que… qué repetitivo!
Bueno
chicas, leerlo si no os he convencido de lo contraria y contarme que os parece
a vosotras
Helena es el deseo de muchos, pero no puede desear ni sentir. El pasado ensombrece su alma: si hay una vida feliz parece solo reservada a los demás. Solo un ángel negro, un alma oscura como la suya, podrá adentrarse en su conciencia y despertar en ella sus fantasías más ocultas. Mariano, un hombre solitario y sin afectos, encuentra en Helena a su reflejo. Y lo que comenzó como un juego de seducción y negocios, les planteará un desafío: ¿podrán dominar los sentimientos o terminarán por quebrar las reglas? ¿Aprenderá Helena que existe el placer y Mariano, que no es tarde para amar? Anabella Franco, autora de "Nada más que una noche", nos abre una puerta en esta vibrante novela erótica a la intimidad de conocidos y nuevos personajes. Como en una inmensa marea, los lectores -igual que los personajes de esta novela- se dejarán llevar en un viaje
de luz, oscuridad, de deseo y pasión.
