El miedo, provoca el dolor.
El pasado cruel, provoca el dolor.
Cuando el miedo y el pasado se inmiscuyen en tu presente sin ningún tipo de precaución, todo puede volverse un caos.
Su nombre se repetía una y otra vez en mi cabeza, haciendo que mi mundo casi perfecto se volviera inestable bajo mis pies.
Se había acercado a mí, tan seguro de sí mismo. Él era una peligrosa combinación de seducción y lujuria. Odiaba la sensación que me producía cuando estaba cerca, esa sensación que aparece cuando estás cayendo inevitablemente, en la tentación.
Sabía que escondía un secreto.
Sabía que debía alejarme.
Sabía que no me pertenecía.
Sabía que me dejaría rota.
El pasado cruel, provoca el dolor.
Cuando el miedo y el pasado se inmiscuyen en tu presente sin ningún tipo de precaución, todo puede volverse un caos.
Su nombre se repetía una y otra vez en mi cabeza, haciendo que mi mundo casi perfecto se volviera inestable bajo mis pies.
Se había acercado a mí, tan seguro de sí mismo. Él era una peligrosa combinación de seducción y lujuria. Odiaba la sensación que me producía cuando estaba cerca, esa sensación que aparece cuando estás cayendo inevitablemente, en la tentación.
Sabía que escondía un secreto.
Sabía que debía alejarme.
Sabía que no me pertenecía.
Sabía que me dejaría rota.
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