Abby lleva casi dos años enamorada de su profesor de universidad pero no se atreve a confesarse. Tras una interrupción poco afortunada en clase, tiene que ir al despacho de éste para descubrir que, afortunadamente, los sentimientos que ella tiene no son unilaterales.
Gideon Richard es profesor universitario y solo espera que una de sus alumnas termine la carrera para meterla en su cama y hacerla suya.
Después de hacerle pasar un mal rato en clase la cita en su despacho para reconfortarla. El problema es que no puede controlar los deseos de su cuerpo por ella.
OPINIÓN
Mis expectativas con los libros que tienen como telón
principal relaciones entre profesores y alumnas son altas. Siempre espero
encontrar plasmadas en estas historias las fantasías que en su momento hemos
tenido muchas de nosotras (sí, vosotras también ¡reconocedlo!) pero cuanto más
leo sobre el tema “más quiero a mi perro” y ahora diréis: ¿de qué habla esta
loca? Tranquilas que todo tiene explicación, y es que no puedo evitar
evidenciar mi decepción en estas primeras líneas de la reseña tras haber
terminado la lectura de este libro, puesto que no es normal que alguien escriba
una historia sin trasfondo alguno y pretenda que por poner algunas escenas
“calientes” en ella va a satisfacer a sus lectoras.
Dejando clara mi opinión negativa sobre el libro, comienzo ahora a poneos en situación:
La protagonista femenina es Abby, una chica a punto de
licenciarse en bioquímica y que se incluye en el grupo de las “ni muy” (alta, delgada o
guapa) lo que yo llamaría “del montón,
sin referencias despectivas”.
El protagonista masculino es Gideon (no os confundáis por el
nombre, no se parece en nada a nuestro Gideon Cross de la Saga Crossfire), un
profesor de bioinformática (¿eso existe? Pues parece que sí, y en este punto SOLO
EN ESTE podríamos otorgarle a la autora algo de originalidad, pues no ha tirado
de los tópicos de profesor de literatura, música, arte…”al parecer las
Humanidades llevan a muchos profesores a tener cierto tipo de relaciones con
sus alumnas ¬¬”)
Habiendo presentado a los protagonistas, pasamos a hacer una
panorámica de la historia: trata sobre una alumna que se enamora de un profesor
(amor platónico claro porque no lo conoce), y un profesor que lleva dos años
aguantando sus deseos por tener a una alumna, pero que meses antes de que esta
se gradúe, pudiendo así establecer una “relación” sin impedimentos morales, de
reglamentos universitarios, etc. pues decide que es momento de citarla en su
despacho para “castigarla”.
Algo que nos preguntamos mi compañera de Blog y yo es: ¿cómo
saben todos los profesores en estos libros que las alumnas se mueren por ellos
y que no van a ser denunciados por acoso sexual? ¿Arrogancia, prepotencia,
seguridad quizá? ¿si los autores fuesen más realistas en ciertos aspectos,
dejaría de gustarnos este tipo de literatura? Lo dejo a vuestro criterio,
podéis abrir debate en los comentarios que estaremos encantadas de leer y
contestar. Y dejando de lado este momento SPAM ¡volvamos al lío!
Después de este castigo (hago un inciso para decir que cada
uno de sus encuentros es explicado de manera muy detallada, todas las técnicas,
posturas sexuales, etc. por si os apetece tomar ideas aunque no hay nada
innovador así que no
esperéis encontrar un Kamasutra XD) la autora cree que es necesario beatificar
a este profesor pretendiendo que lo veamos como el salvador al ocuparse de la
situación de una forma muy muy muy madura (ironía modo On), porque ¿qué mejor
que tomar distancia en lugar de explicar las cosas y tomar decisiones de mutuo
acuerdo?
Terminaré diciendo, por si no había quedado claro XD, que no
esperéis mucho de este libro mas que unas cuantas escenas “eróticas” si es que
se pueden llamar así, unos personajes
insulsos que no hacen que sintamos nada por ellos, ni amor, ni repulsión, como
mucho indiferencia y una historia sin pies ni cabeza que avanza a pasos
agigantados sin aportar nada que pueda llamar la atención de los lectores. Con
todo ello, no os desanimo a leer puesto que ya sabéis que para gustos los
colores y puede ser que lo que para mí ha sido desperdiciar unas cuantas horas
de mi vida para otros sea todo un descubrimiento =P
Cosas en las que pensaba durante la lectura:
-Ante esta cita textual: <<una protuberancia que se le clavaba en el vientre, dura como
una roca.>> ¿En serio en el momento en que tropiezas con alguien
es eso lo que piensas, independientemente de que el tío esté feliz o no? Y como
bien dice mi compañera, ¿no hay otra analogía más ingeniosa que comparar el
miembro sexual masculino con una roca ¬¬?
-Cuando utilizan el término domar. Autores del mundo
erótico-festivo, ¿es realmente necesario tratar a las mujeres como animales?
-Respecto al tema de la educación sexual, ¿sería posible ponerles
preservativos a los personajes y no intentar arreglar este descuido con el
ajado recurso de suponer a todas las mujeres del planeta como consumidoras de
las tan conocidas pastillas anticonceptivas?
-Si alguien os lleva a un despacho y os tranquiliza diciendo
que las paredes son gruesas y fuera no se escucha nada ¿no pensaríais: cómo lo
sabe, qué ha hecho para averiguarlo, lo hace de forma habitual…?
Y para concluir, ¿por qué en todos estos libros hablan de la
penetración anal como algo habitual y placentero?
Todas estas preguntas sin respuesta cerrada solo venían a mi
cabeza llenando el hueco que no llenaban las páginas del libro. No sé si son
dignas de reflexión, pero lo que sí sé es que estáis invitadas a dejar vuestros
comentarios al respecto =)
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