Claudia abandona su pequeña localidad natal en España con dieciocho años, una vieja maleta y muy poco dinero en el bolsillo. Llega a Londres, una ciudad donde todo le es desconocido, aunque con la ayuda de Henry Campbell, que será mucho más que un padre para ella, conseguirá salir adelante.
Unos años más tarde, sin desearlo y sin haberlo buscado, el destino pone a su alcance la oportunidad de vengarse de aquellos que la ningunearon y despreciaron, incluido el hombre al que jamás pudo olvidar.
OPINIÓN
En esta ocasión Noe
Casado nos traslada a la España de 1945 donde se tiene muy presente el que dirán,
donde hay que evitar el escándalo, las murmuraciones...un país, el nuestro, en
el que las cosas eran muy diferentes al resto del mundo, donde te señalaban y
ponían en la lista negra por poseer libros “prohibidos”, y por cosas de menor
importancia. En fin, un país donde la supremacía del hombre era más que
evidente…cosa que casi 20 años después, como se presenta en esta bonita
historia, no ha cambiado, y hoy día...digamos que ¿hemos evolucionado?...
Así pues, esta novela
nos relata la historia de dos jóvenes, Claudia y Jorge. Él, señorito de buena
familia. Ella, huérfana que trabaja como criada en la casa de Jorge. Ellos se
enamoran, se descubren sexualmente el uno al otro y no temen las represalias.
—No
te preocupes por eso. Me han hablado de una forma para evitar que te quedes
preñada —adujo
él—. Pero
si falla no debes temer nada, al fin y al cabo vamos a casarnos. Nadie
podrá
decir ni una sola palabra en contra. Claudia, cariño...
Pero como toda historia
que se precie, no van a ser todo flores y corazones. Cuando Jorge parte al
servicio militar, los padres al enterarse de que Claudia está embarazada la
echan de la casa, haciéndole escribir una carta a Jorge diciéndole que lo deja
por voluntad propia. Como os podéis imaginar al regreso, Jorge se siente
traicionado y lleva una vida amargada, triste, taciturna, lúgubre…se casa con
Rebeca, sobrina huérfana del obispo, por dinero, y la lleva consigo a la
infelicidad.
¿Y qué ocurre con
Claudia?, pues ella parte a Londres, y como no, es llegar y besar el santo,
porque se encuentra a un hombre que la querrá como una hija y la tratará como
tal, hasta el punto de que la historia comienza en el momento que este hombre,
en su lecho de muerte le pide matrimonio, para así dejar en sus manos toda la
herencia. ¿Aceptará Claudia este matrimonio?, ¿siguió adelante con su
embarazo?, ¿sabría este hombre toda la historia que llevaba Claudia a sus
espaldas?...pues para conocer la respuesta a estas preguntas, comenzad a leer
esta maravillosa novela, que os dejará surtidas en lo que a erotismo respecta.
Así tras la muerte de
Henry, que la quería como una hija, Claudia debe volver a España, y hacerse
cargo de las bodegas que regenta la familia de Jorge, ¿casualidad?,
¿destino?...
De regreso a España un
fuego se reavivará, y otro nuevo comenzará. Será la historia amorosa entre el
abogado de Claudia y la mujer de Jorge, que es un acierto, ya que nos da un
respiro en la historia principal.
Lo que había leído de
esta autora, he de reconocer, que no había llamado mi atención, pero esta
novela me ha sorprendido, puesto que las escenas sexuales contienen gran carga
de erotismo, de estas que hacen que se te ponga el vello de punta y te cause
gran nivel de excitación, y mira que yo soy más de los momentos presentes y no
de remontarme a años atrás, también por eso ha podido ser mi sorpresa.
Las conversaciones
entre los dos amantes durante los momentos de cama, no tienen desperdicio, y si
no ya me contareis cuando leáis las batallitas del entendido en el sexo jajaja
Os dejo para terminar
con unos fragmentos a los que le encontrareis sentido si os animáis a leer esta
novela que os recomiendo 100%.
—¿Y ahora
sí es buen momento?
—Quizá me haya adelantado, pero me
muero por someterme a todo cuanto quieras hacerme —la provocó.
—¿No
podías negarte? —preguntó con sorna.
—Sí,
allí no se obligaba a nadie. Si hubieras estado allí lo entenderías
perfectamente.
Cada día que pasaba iba descubriendo nuevos placeres, nuevas
formas
de disfrutar. Dejé que me enseñaran técnicas, posturas y prácticas que me
llevaron al límite, por lo que poco a poco me fui dejando llevar.