1. … Aquí Livy. 35 años. Divorciada. Hija
pre-adolescente rebelde. Hijo sordo de nacimiento. Nuevo trabajo. Nueva
casa. Nueva ciudad. Su vida es lo suficientemente complicada como para
enredarse en una relación.
Aaron. 37 años. Soltero. Teniente de
policía del SWAT de Nueva York. Mujeriego empedernido. Acostumbrado a
liarse con quien quiere y donde quiere. Tiene la vida que quiere y no
está dispuesto a complicársela con una relación seria.
Sus vidas
se cruzan una noche en una discoteca. Un encuentro casual en los baños
que acabará volviéndose algo más íntimo en el almacén del local. Ninguno
de los dos busca nada más, así que, aunque la química es innegable, se
despiden sin lanzarse promesas que no están dispuestos a cumplir. Pero
el destino quiere que se vuelvan a encontrar, más pronto de lo que ellos
se imaginan, y con más asiduidad de la que su poder de autocontrol
puede soportar.
Aaron no entraba en los planes de Livy. Livy no
entraba en los planes de Chris. Chris no entraba en los planes de Max.
Max no entraba en los planes de Bono. Bono no entraba en los planes de
Lexy. Lexy no entraba en los planes de Aaron…
¿Se enfrentará Livy a
sus miedos y se convencerá de que puede ser de nuevo feliz al lado de
alguien? ¿Será Aaron capaz de renunciar a su vida sin preocupaciones
para sumergirse en una relación algo complicada? ¿Serán capaces de hacer
encajar todas las piezas y amoldarse los unos a los otros? ¿Serán Aaron
y Livy capaces de luchar por su felicidad a pesar de que su relación no
entrara en sus planes?
2. Les conocimos siendo solo unos niños, cuando sus padres nos contaban su historia.
Les acompañamos durante unos años, viéndoles crecer. Fuimos testigos de sus alegrías y sus penas.
Nos hicieron reír con sus ocurrencias y travesuras, y se nos encogió el corazón con su particular manera de afrontar los problemas.
Ahora, ha llegado el momento de verles enamorarse.
Les acompañamos durante unos años, viéndoles crecer. Fuimos testigos de sus alegrías y sus penas.
Nos hicieron reír con sus ocurrencias y travesuras, y se nos encogió el corazón con su particular manera de afrontar los problemas.
Ahora, ha llegado el momento de verles enamorarse.
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