1. Permanecer en tinieblas es mi mejor remedio…”
Santiago “La Máquina” Godoy solía ser dulce… solía ser normal.
Ya no más.
La esencia que desprendía de adolescente se ha ido, dejando sólo un rastro de frialdad. Antes era capaz de ver a los ojos de las otras personas con amabilidad, hoy sólo puede declararse como alguien insensible y oscuro. Solía usar sus manos para acariciar y crear, ahora sólo se mueven con un único objetivo: matar.
Y se ha vuelto tan bueno en ello que, simplemente, es como respirar.
“El control está sobrevalorado…”
Adela Echavarría ha sido engañada, encerrada y olvidada por su único hermano mayor desde la muerte de sus padres. No tiene a donde ir ni qué comer a pesar de que existe una enorme fortuna que sólo le pertenece a ella.
Hundida por completo en el barro, decide volver a su ciudad natal, ignorando las explícitas advertencias. Aunque sea sólo para mirar de lejos la mansión donde solía vivir.
Está perdida en la ruina y sin nadie con quien poder contar.
Hasta que ese oscuro hombre la sacude brutalmente y la obliga a alejarse del borde del puente.
Es en ese entonces que, por primera vez, cree que quizás sí existe alguien lo suficientemente fuerte para sostenerla con toda su miseria.
2. Soy Max Medina y estoy ahogado en secretos.
De esos que corroen tu interior y nunca dejan de punzar hasta hacerte sangrar. No sé qué hacer con ellos, ni cómo derribarlos o enviarlos lejos. No encuentro la forma de defenderme y negarles mi destrucción. Sólo les permito apagarme poco a poco.
No… Ya sé lo que estás pensando… No puedo abrirme y contarlos, eso sería el fin
Dejar que salgan a la luz sería la muerte para mí.
Y la destrucción definitiva para ella
Mi nombre es Lucrecia Giovanni
He estado mucho tiempo bajo un sombrío manto de fragilidad. Y he decidido que ya es suficiente, ahora quiero vivir. Deseo sentir el amor y dejarme llevar como nunca antes pude. Pero parece que la vida me envió a los brazos del hombre equivocado.
Al igual que mi madre, estoy destinada a amar a quien no me conviene.
Él está lleno de fantasmas. Y tiene el poder de romperme en pedazos con ellos. Lástima que me he dado cuenta demasiado tarde de eso… ahora no puedo escapar. Ahora ya no puedo dejar de amarlo.
Será cuestión de luchar, como bien he sabido hacer durante mi vida entera.Dios sabe que las utopías no son para mí.
3. Francesca Abbal
No nací en cuna de oro, aunque crecí como si lo hubiese hecho. Adoptada por una de las familias con apellidos más resonantes de la zona, nunca se esperó menos que perfección de mi parte. Y el agradecimiento y amor hacia mi familia me llevaron a cometer el más grande error de mi vida. En algún momento, el camino empezó a tornarse negro y lo perfecto se convirtió en un infierno.
Puede que ahora el diablo ya no ronde los alrededores, pero las cicatrices que él dejó jamás me liberarán. Los fantasmas me persiguen y se roban poco a poco mi vitalidad. No puedo ni quiero volver a entregarme.
Por eso me resisto cuando se entromete ese hombre con apariencia de vikingo, que con su magnitud intenta arrastrarme cerca. Es un luchador de la vida y algo más. Su enormidad me asusta, pero sus ojos me hacen temblar. No confío, no puedo hacerlo. ¿Es su intención ayudarme a renacer? ¿O sólo es otro diablo intentando arrebatarme lo poco que me queda?
León Navarro
Sé de pérdidas y sufrimiento. Entiendo sobre el dolor. Me quedé solo desde muy joven y aprendí a vivir sin los que más amaba. Ahora, con treinta y cinco años, soy el líder de la hermandad de motociclistas “Furia de los Leones”, y no puedo estar más orgulloso de mi clan. Lo que empezó como un juego se convirtió en algo grande y poderoso, ya no me imagino una vida lejos de mis chicos. Mi familia.
Cuando Francesca aparece en mi vida, recién salida de un terrible matrimonio, no puedo evitar quedarme prendado de ella. De sus enormes ojos exóticos, vacíos y sin esperanza. La necesidad de sanarla me abruma. Quiero revivirla. Quiero encenderla. La deseo más que nadie.
No importa cuántas veces intente alejarse, insistiré. Lucharé.
Porque nada en la vida se gana sin pelear.
4. Todos somos perseguidos por el pasado, funciona tal como una sombra. A cada lado que vas, allí está él. Es lo que nos hace quienes somos, el que nos guía el camino a seguir, y nos enseña a no volver a cometer los mismos errores. Mi pasado es como mi marca registrada, no importa si cada vez que lo recuerdo me provoca sufrimiento y un fuerte sentimiento de humillación. Tuve que pasar por eso para llegar a ser quien soy ahora.
El Perro.
Puedo ser Alex Castillo para algunos, aunque prefiero tener un apodo de carretera, así siento que me alejo de lo fui alguna vez. Me avergüenzo, aunque sé que no debería. Entiendo que tengo que sentirme orgulloso, pero eso decíselo a mi alma contaminada, ella no está a favor. Deseaba seguir siendo pura, no le gusta lucir manchas. Sin embargo, hay algo que ella tiene que procesar de una maldita vez: cuando naces de este lado tan poco privilegiado de la vida, las manchas son necesarias para sobrevivir. Si no haces el trabajo sucio te mueres. Y no lo hice sólo por mí, sino por los que amaba. Así que, tengo que superarlo.
Tengo que hacerlo a toda costa, porque quiero a esa dulce chica para mí, la deseo tanto que me carcome por dentro. Y, lo siento, voy a tenerla. Cueste lo que cueste. Porque parece ser una de las pocas cosas que se sienten correctas en mi vida, además de mis hermanos. Ella sana mis heridas cuando me habla, ablanda mis duras cicatrices cuando me toca.
Y no estoy dispuesto a dejarla ir.
5. VULNERABLE…
Esa fue la primera palabra que parpadeó en mi mente, la primera vez que la vi. Así la describí.
Vulnerable. Delicada, gentil, abierta, dulce. Pura.
Todo lo contrario a lo que yo soy, y a lo que necesito en realidad.
La quiero, ¿para qué negarlo? Pero me resisto. Mi cuerpo la reclama, lo ignoro. Hasta que la negación ya no es una opción llevadera.
Soy débil en lo que a ella se refiere. Pierdo. Caigo.
Pero prometo que la empujaré lejos cuando los ecos de mi pasado decidan al fin disparar contra mí.
Ya he amado una vez y salió mal. No cometeré el mismo error dos veces.
TEMPESTUOSO…
Es todo lo que sus ojos dorados cuentan sobre él.
Está lleno de sombras e intenciones oscuras.
Y ansío saber todos sus secretos bien guardados.
No es la clase de hombre que alguna vez creí que me atraería. Pero lo hace, me tiene con solo un roce. Mi cabeza da vueltas y mi sangre bulle con sólo permanecer juntos en la misma habitación. Lo quiero de todas las menaras que existen, tan intensamente que me es imposible soltarlo.
Lo sostendré incluso cuando su pasado le caiga encima.
O… ¿será él quien me sostenga a mí?