A sus veintiséis años, Maribel Baldini debe hacer frente a una serie de desafortunados acontecimientos que la obligarán a rehacer su vida. Mientras tanto, el carismático y seductor abogado Franco Ferrero irrumpe en su vida y la marca para siempre. La atracción entre ellos es innegable y ambos se desean, pero Maribel tiene miedo de que vuelvan a destrozarle el corazón. Una mujer odiosa, un ex marido problemático, una niña encantadora y una serie de increíbles coincidencias serán claves en esta intensa y apasionante historia de amor. Maribel conocerá los efectos devastadores del deseo, y este cobrará un nuevo sentido para ella. Entregada a la pasión sin límites, Franco será sin duda el dueño de su placer.
OPINIÓN
Para comenzar con mi
opinión sobre este libro diré que empecé la lectura sin saber que me iba a
encontrar, ya que la sinopsis no se correspondía con el comienzo, pero seguí
leyendo y no me arrepentí. La historia me ha gustado por lo inesperado de las
situaciones y por las escenas eróticas, que aunque por un lado no se apartan de
los lugares comunes, las intensas miradas y conexión en ascensores, portales,
actos en oficinas…por otro lado las descripciones de estos momentos son tan
magnificas e intensas que no dejarán indiferente a ninguna lectora.
Maribel, la
protagonista, es una periodista de 26 años que vuelve a vivir con su madre,
pero no por la razón típica de hoy día, de que los jóvenes no encontramos
trabajo y se nos hace imposible la independencia, emprender el vuelo, salir del
hogar familiar en el que tan a gusto estamos, aunque muchos no quieran
reconocerlo. Sus razones son otras, ella acaba de perder su empleo, sí, pero además
no puede entrar en su casa pues el cabrón de su marido, además de no haber conseguido
NUNCA que su mujer tenga un orgasmo, ha cambiado la cerradura tras enterarse de
que ella estaba embarazada (¿cómo me haces esto? Le dijo él, ¿perdona?¿por qué
acabaste dentro? debió responder ella), pero no chicas, ella además de mala
suerte en la vida es un poco ingenua, buena, tonta…llamadlo como queráis, por
esto, al comienzo es muy difícil sentirse identificada con ella por lo trágico
de su vida y su manera de afrontarlo.
Al verse en la calle
todo se precipita, cruza sin mirar y la atropellan, y para continuar con su
desgracia perderá al niño, ¿logrará recuperarse de este duro golpe teniendo en
cuenta que no es su primera perdida?
La cosa empeora cuando
al ir a una entrevista de trabajo como institutriz la rechazan sin escucharla
siquiera, y os preguntareis ¿debido a qué?, pues seré buena y os adelantaré que
como en España solo viven 46.704.314 habitantes,
da la casualidad de que la persona que la atropella, es la misma que hace la
entrevista de trabajo (ironía modo On ¬¬) y piensa que Maribel viene a
reclamarle, lo que no sabe es que nuestra protagonista no recuerda lo ocurrido.
Al
salir de la entrevista se topará con el señor ojos azules = Franco, un hombre
de 38 años, abogado, seguro de sí mismo, carismático y muy directo, algo poco
común en los personajes masculinos de estas novelas eróticas…(pongamos un
poquito más de ironía). Pero huirá al sentir la maravillosa conexión sexual,
por miedo, como no. Esto de esperar viniendo de esta mujer a la que la vida no
ha tratado bien, pero muchas de las cosas que le han pasado se las ha ganado a
pulso, ¿conseguirá una renovación o continuará con su vida tal como está?
Para que os hagáis una
idea de lo directo que es este hombre os dejo el siguiente fragmento:
—Franco...
necesito saber...
—Y yo
necesito contarte, pero no ahora.... Ahora necesito otra cosa.
—¿Qué cosa?
—Llevarte al piso y metértela hasta el
fondo, Maribel... Eso necesito.
Parece
que Maribel sí intenta cambiar su vida con ayuda de un psicólogo, este le
aconseja que acuda a un abogado, para arreglar el tema de su divorcio y para
que el atropello no pase a ser considerado un intento de suicidio (ya os
enteraréis porque tiene antecedentes, no os quiero desvelar demasiado, solo os
digo que es algo fuerte que no esperáis). Pero la llamada telefónica al abogado
no será lo que espera, ¿quién será este hombre tan irritante al que después de
colgar no puede quitarse de la cabeza?...pues sí queridas lectoras es Franco,
quien le ofrecerá un trabajo.
Os
informo que si la vida de Maribel hasta este momento era desafortunada, la de
Franco os resultará un verdadero drama. Os pongo algunos datos interesantes
para que os animéis con la historia:
3
hermanas (Noelia, Aldana, Laura), un hombre (Franco), un trágico final. Él solo
ama a una de ellas, pero una noche de excesos mantendrá relaciones con Laura y
la consecuencia de ese acto es Giuliana (una preciosa niña de 4 años, dulce,
audaz, graciosa, que nos encanta desde el minuto uno y en el dos ya nos tiene
enamorados).
Un
fatídico día, Franco, acaba en el hospital, en coma durante más de un mes y
Laura termina en la cárcel, ¿Qué sucederá?...cuando ella sale libre la relación
entre Franco y Maribel es la de una familia completa y feliz, ¿Cómo afectará el
regreso de Laura a sus vidas?...pues comenzad ya con su lectura chicas, a mí me
ha sorprendido, por ello la recomiendo, por la intriga, lo emotivo, lo erótico,
la novedad y la sorpresa en muchos aspectos. Ya me contareis que os ha
parecido.
Desde que se entregó en cuerpo y alma a Franco Ferrero, Maribel no hace más que disfrutar de él. ¿Cómo negarse entonces a los deseos de la Fiera? Su vida, sin embargo, no es perfecta. A pesar de que los celos y los conflictos cotidianos conspiran para separarlos, la magia que los envuelve cuando se apaga la luz y se enciende la linterna los mantiene más unidos que nunca. Cuando su universo se derrumba a causa de un peligro real que los acecha, los viejos y temidos fantasmas del pasado regresan para poner a prueba una vez más su amor. ¿Logrará la Fiera salvarse y preservar a su familia de esta terrible amenaza? ¿Tendrán Maribel y Franco una nueva oportunidad de disfrutar del placer de estar juntos?
OPINIÓN
Este
segundo libro es una especie de epílogo de apenas 80 páginas que la autora ha creído
necesario aportar a la historia.
Sinceramente
si no lo hubiese hecho no habría pasado nada, todas nos quedamos contentas con
el primer libro, ¿para que cagarla con un segundo?
Si
a esto le sumas que lo hace desde la visión del tío, cosa que nunca entenderé
en este tipo de libros que leemos en su mayoría mujeres, ya que no nos interese
para nada su visión, ya no es que no nos interese, es que no nos aporta nada.
Bueno
y después de esta crítica mordaz os sitúo un poco en el libro. Franco y Maribel
siguen juntos, ya tienen formada su familia y son muy felices, aunque él se
siente desplazado por sus hijos, cree que Maribel les hace más caso a ellos que
a su maridito ¬¬ ¡Cuida más de tus hijos y déjate de pensar tanto en ti!
Esto,
junto a sus celos obsesivos hace que cometa algún que otro error, que pagará
muy caro pensareis…pues no, ni en eso tiene gracia la historia.
Aunque
no me haya gustado he de decir que en ella están presentes la ternura, el
humor, los mil y un placeres de la linterna… y también el dolor.
Ha
sido algo muy ñoño e innecesario para mí, aunque la autora haya intentado
incluir algo de intriga con la huida de Aldana de la cárcel, ¿llevará a cabo su
venganza?...pues si a alguien le interesa que comience a leer XD
Algunos
fragmentos a destacar:
«Soy
todo tuyo, Maribel. Disfrútame, que yo haré lo mismo. Que no te queden dudas,
mi amor: la fiera vive por y para ti.»
--
Soy
tan poca cosa a tu lado, Maribel. Gracias a ti estoy en este mundo. Y sólo por
ti permanezco en él. Te amo; de verdad, te amo
--
—Papá,
¿Jesús era zombi?
—¿Eh?
¿Qué Jesús? —pregunto, incorporándome de golpe.
—El
de la cruz…
¿Qué
clase de pregunta es ésta? ¿Cómo se le ocurre algo así?
—No,
nena. Te aseguro que no.
Me
mira con el ceño fruncido, igual que su madre. Tengo la impresión de que todo
lo que diga podrá ser usado en mi contra. ¡Y soy abogado, joder!
—Pero
Jesús, el de la cruz, se levantó de su tumba, ¿verdad? —insiste.
No
sólo frunce el ceño, sino que también es tan tenaz como Maribel.
—Sí,
pero…
—Entonces,
era zombi, papá.
¡Dios
mío!, te pido perdón por lo que voy a decir, pero a esta hora soy incapaz de
embarcarme en conversaciones de cariz teológico con una pequeña de nueve años
—Pues…
sí, digamos que sí.
—Excelente
—murmura, a todas luces contenta—. Papá, ¿el Domingo de Pascua puedo
disfrazarme de zombi, entonces?
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